MRL en El Libro de Oro
El Capitán Maña
(Se busca)
Hace ya cuatro años un muy amigo nuestro, uno de los fundadores del M.L., harto de su condición burguesa, recién egresado de la licenciatura en sociología, peinado y fresquecito para ser devorado por los engranajes del monstruo social, con dos clavos en el bolsillo decidió lanzarse a la aventura por el mundo. Lo dejó todo, familia, amigos, comodidades, y se fue en lo que él consideraba su misión en la vida. La idea no era solo ver tierras desconocidas; su plan era atacar todo aquello que fuera en contra de los que él consideraba valores imprescindibles: libertad, Espíritu, fraternidad, salud mental y emocional. A la vez, él sabía que toda lucha es una lucha consigo mismo, y la suya no era la excepción, y por ende no había lucha en lo absoluto: era más bien un complejo juego para jugar a las oposiciones fundamentales de sí mismo en la cultura actual de una forma responsablemente participativa. No podemos decir su nombre ya que podríamos implicarlo seriamente en más de un peligro. Es un acechador urbano y un utopista profesional. Siempre que perpetramos un atentado lúdico-poético, un antisermón callejero, o algún tipo de intervención civil, él estaba presente aportando su increíble capacidad creativa, su valor y su destreza. Así fue cómo, de tanto escapar ileso ante la represión policíaca y de otros tipos de entes a veces incluso más peligrosos, y conservando una notable elegancia y sencillez de ánimo, decidimos bautizarlo como “El Capitán Maña”.
Siempre tuvo más vidas que un gato, y se las sabía de todas todas: desde cómo abrir una puerta con una horqueta, hasta hacerla de hacker, terrorista infiltrado en las esferas del ciberespacio. No hemos vuelto a saber de él en los últimos seis años. Lo último fue que estaba en Canadá, y ahora emprendía el regreso hacia el polo sur. Nos mandó un par de recortes de diario donde salía protagonizando la noticia del día. Uno de ellos en Bolivia (13/6/01), donde en pelotas y pintado de azul, protestó frente al palacio presidencial contra el gobierno de Chile para que le dieran salida al mar a los bolivianos. Según nos dijo, la idea era “hacer noticia cortada a la medida”, así que dejó que lo arrestaran. El otro reportaje lo muestra ante la Secretaría de Educación Pública del Ecuador, comandando un pequeño batallón de ciento treinta y tres niños, y denunciando el nefasto efecto de una rancia pedagogía y los maltratos psicológicos que los niños alegaban sufrir cotidianamente.
Nos parece increíble y en toda forma loable que nuestro hermano haya tenido los cojones de asumir tan hercúlea tarea como punto de referencia, y que la esté ejecutando humorística y poéticamente hace ya más de nueve años. Sabemos que han de ser muchos los actos por él perpetrados en nombre de la materialización lúdico-terrorística de la poesía, muchos de los cuales jamás salieron publicados, ya que así es este oficio cívico-espiritual. Y como decidió borrarse, para ser realmente inaccesible, sin intereses de fama, ni alimentos para la historia personal, consideramos justo abrirle una columna que exponga las peripecias de su carrera en esta página.* Por tanto, todos aquellos que obtengan alguna información de las subversivas andanzas o el paradero del Capitán Maña serán bendecidos y publicados por el M.L.
Gracias por su atención.
Atte.
Área Coordinadora de
Desaparecidos-diagnosticados del M.R.L.
P.D.: Se incluyen en esta Área todas las variedades de caídos, resurrectos y aun de intachables navegantes en la aventura de la conciencia.
*Metacomentario: Este texto era un aviso de “se busca”, aparecido en la versión virtual del Chancho. Su relación con el M.R.L. es suficientemente aparente. En la actualidad es sabido a voces que el Capitán Maña anda suelto. Nos reservamos más comentarios, pues se dice que está próximo a realizar un mega plan cívico-lúdico, y siempre hay que despistar perros de caza.
MetaAwordmentario: Recordamos que es tentación omnipresente la apropiación de la verdad en cualquier ámbito. La Revolución es invisible.
(Se busca)
Hace ya cuatro años un muy amigo nuestro, uno de los fundadores del M.L., harto de su condición burguesa, recién egresado de la licenciatura en sociología, peinado y fresquecito para ser devorado por los engranajes del monstruo social, con dos clavos en el bolsillo decidió lanzarse a la aventura por el mundo. Lo dejó todo, familia, amigos, comodidades, y se fue en lo que él consideraba su misión en la vida. La idea no era solo ver tierras desconocidas; su plan era atacar todo aquello que fuera en contra de los que él consideraba valores imprescindibles: libertad, Espíritu, fraternidad, salud mental y emocional. A la vez, él sabía que toda lucha es una lucha consigo mismo, y la suya no era la excepción, y por ende no había lucha en lo absoluto: era más bien un complejo juego para jugar a las oposiciones fundamentales de sí mismo en la cultura actual de una forma responsablemente participativa. No podemos decir su nombre ya que podríamos implicarlo seriamente en más de un peligro. Es un acechador urbano y un utopista profesional. Siempre que perpetramos un atentado lúdico-poético, un antisermón callejero, o algún tipo de intervención civil, él estaba presente aportando su increíble capacidad creativa, su valor y su destreza. Así fue cómo, de tanto escapar ileso ante la represión policíaca y de otros tipos de entes a veces incluso más peligrosos, y conservando una notable elegancia y sencillez de ánimo, decidimos bautizarlo como “El Capitán Maña”.
Siempre tuvo más vidas que un gato, y se las sabía de todas todas: desde cómo abrir una puerta con una horqueta, hasta hacerla de hacker, terrorista infiltrado en las esferas del ciberespacio. No hemos vuelto a saber de él en los últimos seis años. Lo último fue que estaba en Canadá, y ahora emprendía el regreso hacia el polo sur. Nos mandó un par de recortes de diario donde salía protagonizando la noticia del día. Uno de ellos en Bolivia (13/6/01), donde en pelotas y pintado de azul, protestó frente al palacio presidencial contra el gobierno de Chile para que le dieran salida al mar a los bolivianos. Según nos dijo, la idea era “hacer noticia cortada a la medida”, así que dejó que lo arrestaran. El otro reportaje lo muestra ante la Secretaría de Educación Pública del Ecuador, comandando un pequeño batallón de ciento treinta y tres niños, y denunciando el nefasto efecto de una rancia pedagogía y los maltratos psicológicos que los niños alegaban sufrir cotidianamente.
Nos parece increíble y en toda forma loable que nuestro hermano haya tenido los cojones de asumir tan hercúlea tarea como punto de referencia, y que la esté ejecutando humorística y poéticamente hace ya más de nueve años. Sabemos que han de ser muchos los actos por él perpetrados en nombre de la materialización lúdico-terrorística de la poesía, muchos de los cuales jamás salieron publicados, ya que así es este oficio cívico-espiritual. Y como decidió borrarse, para ser realmente inaccesible, sin intereses de fama, ni alimentos para la historia personal, consideramos justo abrirle una columna que exponga las peripecias de su carrera en esta página.* Por tanto, todos aquellos que obtengan alguna información de las subversivas andanzas o el paradero del Capitán Maña serán bendecidos y publicados por el M.L.
Gracias por su atención.
Atte.
Área Coordinadora de
Desaparecidos-diagnosticados del M.R.L.
P.D.: Se incluyen en esta Área todas las variedades de caídos, resurrectos y aun de intachables navegantes en la aventura de la conciencia.
*Metacomentario: Este texto era un aviso de “se busca”, aparecido en la versión virtual del Chancho. Su relación con el M.R.L. es suficientemente aparente. En la actualidad es sabido a voces que el Capitán Maña anda suelto. Nos reservamos más comentarios, pues se dice que está próximo a realizar un mega plan cívico-lúdico, y siempre hay que despistar perros de caza.
MetaAwordmentario: Recordamos que es tentación omnipresente la apropiación de la verdad en cualquier ámbito. La Revolución es invisible.
posted by El Movimiento Lúdico at 5:08 PM
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